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jueves, 23 de mayo de 2013

Hablemos De Liderazgo



¿Qué Entendemos Por Liderazgo?

Por Isabel González

Es la capacidad de influir en una o más personas para apoyar un objetivo común.
Con frecuencia es necesario un cierto nivel de liderazgo para realizar cualquier tipo de  función eficaz dentro de una organización social,  ya se trate de,  una familia, una empresa, un gobierno o una organización caritativa.

Todos en algún momento de nuestra vida hemos ejercido de líderes incluso en situaciones aparentemente sin importancia, como orientar a un extraño perdido en la calle o  dando consejos a un amigo sobre cómo conseguir un nuevo trabajo.

El liderazgo es más eficaz, cuando comparamos nuestras fortalezas con las necesidades de las personas. Hemos de conectar con  un punto en  común con ellas y después trabajar juntos para lograrlo. Siempre podemos preguntarnos.
¿Cómo puedo ayudar a esta persona a resolver sus dificultades y que pueda alcanzar sus metas?

Sabemos que somos seres sociales obligados por razón de la evolución cómo seres humanos, a mezclarnos, compartir y relacionarnos. Sin la cooperación, es imposible sobrevivir en el mundo como especie. Por eso desarrollamos continuamente nuevas formas de adaptarnos al medio ambiente y a nuestros diferentes entornos, trabajo y vida personal.

Por ello, un líder bien preparado para ejercer ese liderazgo;  puede proporcionar la conexión social necesaria, dentro de una empresa,  y de cualquier otro ámbito, para trabajar con desempeño y alegría, anteponiendo el objetivo común de la empresa, a cualquier otra necesidad particular. Sabiendo con certeza, que en ese desempeño, todos y cada uno de sus miembros se van a ver favorecidos.

Cuando cómo líderes, planteamos de forma clara y abierta, los servicios, a los que se compromete nuestra organización, estamos generando el combustible necesario para encender la chispa que proporciona energía a las personas, para que se sientan comprometidas a actuar, porque se identifican con  el plan de su organización, con su misión, con sus valores y   objetivos. Y en definitiva porque quieren formar parte y participar también del éxito de la organización.

Esto es lo que marca la gran diferencia en una organización. Contar con un líder capaz de construir esa conexión entre cada uno de sus miembros, y hacer de este un equipo ganador, fuerte, cohesionado e ilusionado.

Por el contrario si el liderazgo es ejercido pobremente nos encontraremos con una organización de asalariados desempeñando su tarea dentro de un horario, sin horizonte, ni esperanza de saber que algo nuevo y apasionante le espera cada día al llegar a su lugar de trabajo. Y eso mismo podemos trasladarlo a otro ámbito; trátese de nuestra familia, o de cualquier otro tipo de asociación.

La elección es evidente, y está en nuestras manos, si queremos ser verdaderos líderes dentro de una organización, tenemos que formarnos en todas las disciplinas sin exclusión de ninguna.